El mercado estadounidense suele ser un destino natural para los dueños de negocios argentinos con miras al crecimiento.
Desde startups de tecnología hasta el sector hotelero y minorista, existe una amplia gama de oportunidades para quienes desean aprovechar una de las economías más sólidas del mundo.
Entre las diversas vías para ingresar al mercado de EE. UU., la visa de Inversionista por Tratado E-2 se ha convertido en una opción muy atractiva para los argentinos.
Esta visa ofrece a personas procedentes de países con tratados de inversión la posibilidad de lanzar o invertir en una empresa estadounidense, sin requerir una oferta de trabajo de un empleador local.
Además, el estatus E-2 puede renovarse de forma indefinida si el negocio mantiene un funcionamiento exitoso y cumple con los lineamientos del programa.
Los cónyuges e hijos menores de 21 años pueden acompañar al solicitante principal, lo que hace de la E-2 una alternativa muy adecuada para quienes desean mudarse con la familia mientras hacen crecer sus empresas fuera de Argentina.
A continuación, profundizamos en los puntos esenciales de la visa E-2 y en los factores que atraen a tantos inversores argentinos a Estados Unidos.
1. Aspectos principales de la visa E-2
Independencia de un patrocinador empleador A diferencia de algunas visas de trabajo que dependen del patrocinio de una empresa estadounidense, la E-2 se centra en la propia inversión del solicitante. Este enfoque ofrece a los emprendedores mayor control sobre su futuro profesional.
Viabilidad a largo plazo Siempre que la empresa se mantenga legítima y financieramente estable, la visa E-2 puede renovarse de manera continua. Gracias a esta opción de renovación abierta, los dueños de negocios pueden planificar a largo plazo sin limitaciones de tiempo estrictas.
Participación familiar Quienes obtienen la visa E-2 pueden traer a su cónyuge y a sus hijos menores de 21 años a Estados Unidos. Generalmente, el cónyuge está habilitado para solicitar un permiso de trabajo, mientras que los hijos pueden asistir a escuelas locales, beneficios que facilitan la adaptación para todo el grupo familiar.
Inversión de capital sustancial Aunque las regulaciones estadounidenses no establecen una cifra mínima obligatoria, el monto invertido debe considerarse adecuado para la naturaleza del negocio. Muchos solicitantes destinan al menos 150.000 USD o más, aunque la cifra exacta puede variar en función del sector y la escala de la empresa.
Por lo general, los ciudadanos argentinos presentan la solicitud en un consulado de EE. UU. en Argentina, donde deben demostrar que su inversión está en riesgo y que el negocio cuenta con perspectivas de generar ingresos y empleo con el tiempo.
2. El auge del emprendimiento argentino en Estados Unidos
Si bien la comunidad argentina en Estados Unidos es más reducida que la de otros grupos latinoamericanos, ha experimentado un crecimiento constante, sobre todo en áreas metropolitanas como Miami, Nueva York, Los Ángeles y Chicago. Este aumento gradual ofrece diversas ventajas a los recién llegados:
Organizaciones comunitarias activas En muchas de las principales ciudades estadounidenses se llevan a cabo foros de emprendimiento, reuniones profesionales y conferencias sectoriales dirigidas a hispanohablantes. Estos espacios brindan acceso inmediato a redes de contactos, mentorías y oportunidades de colaboración.
Confort cultural Restaurantes y locales específicos de la cultura argentina —por ejemplo, cafés con medialunas o lugares donde se organizan noches de tango— han proliferado cada vez más. Este grado de familiaridad ayuda a suavizar la transición cultural y facilita la conexión con posibles socios o clientes.
Diversidad industrial Desde el desarrollo de software de vanguardia hasta establecimientos culinarios inspirados en la gastronomía argentina, el escenario estadounidense abarca numerosos nichos de mercado. Con un amplio acceso a capital y una amplia base de consumidores, los emprendedores pueden poner a prueba ideas innovadoras y escalar rápidamente los modelos que funcionen.
3. Emprendedores argentinos influyentes que triunfan en Estados Unidos
Si bien no todos estos referentes accedieron al mercado estadounidense mediante la visa E-2, sus logros ilustran el nivel de éxito que los fundadores argentinos pueden alcanzar en el país. Cada uno ha contribuido de manera significativa al desarrollo de industrias que van desde el comercio electrónico hasta las telecomunicaciones y la tecnología financiera.
1. Marcos Galperin (MercadoLibre)
Inspiración temprana: Nacido en Buenos Aires en 1971, Galperin cultivó su pasión por el emprendimiento mientras estudiaba en The Wharton School de la Universidad de Pensilvania. Más tarde perfeccionó sus ideas en la Escuela de Negocios de Stanford.
Creación de MercadoLibre: En 1999, cofundó MercadoLibre con la visión de ser el “eBay de América Latina”. Desde sus inicios, el proyecto atrajo a inversores destacados de Estados Unidos, como JPMorgan Partners y la propia eBay.
Expansión acelerada: Gracias a una plataforma intuitiva y alianzas estratégicas, MercadoLibre se extendió por varios países latinoamericanos.
Hitos relevantes: En 2007, la compañía salió a la bolsa en NASDAQ, convirtiéndose en una de las primeras empresas tecnológicas latinoamericanas en lograr un IPO de gran envergadura. Hoy en día, MercadoLibre abarca una gama de servicios que incluyen pagos en línea y logística, y es considerado un pilar del ecosistema de comercio electrónico en la región.
2. Martín Migoya (Globant)
Años formativos: Criado en La Plata, Migoya se graduó en Ingeniería Electrónica antes de iniciarse en cargos de gestión de proyectos y consultoría. Se asoció con otros argentinos que compartían su entusiasmo por crear soluciones de software de talla mundial.
Fundación de Globant: En 2003, Migoya unió fuerzas con Guibert Englebienne, Martín Umaran y Néstor Nocetti para poner en marcha Globant. Su misión consistía en ayudar a compañías globales a incorporar la transformación digital a través de ingeniería y diseño de vanguardia.
Crecimiento acelerado: Globant obtuvo contratos de alto perfil con firmas como Google y LinkedIn. El estilo de liderazgo de Migoya, centrado en la innovación y la cultura de empresa, impulsó su expansión internacional.
Reconocimiento global: En 2014, Globant se hizo pública en la Bolsa de Nueva York (NYSE). Desde entonces, la empresa sigue en expansión, adquiriendo agencias especializadas y afianzando su presencia en Norteamérica, Europa y América Latina.
3. Wences Casares (Patagon, Xapo)
Raíces emprendedoras: Casares nació en la Patagonia en 1974. Sus primeras iniciativas empresariales en Argentina se enfocaron en servicios financieros, lo que lo llevó a crear Patagon, una de las primeras plataformas de corretaje en línea de América Latina.
Éxito temprano y transición: Patagon llamó la atención de importantes instituciones financieras y finalmente fue adquirida por Banco Santander, lo que proporcionó a Casares el capital para explorar nuevos horizontes en el fintech emergente.
Pionero en criptomonedas: Tras su traslado a EE. UU., Casares centró su atención en Bitcoin y fundó Xapo en 2014, ofreciendo soluciones seguras para billeteras de criptomonedas y almacenamiento digital.
Influencia en tecnología y finanzas: Respetado en Silicon Valley por su temprana apuesta por la tecnología blockchain, Casares ha asesorado a compañías de renombre y formó parte de la junta directiva de PayPal, convirtiéndose en una figura clave en el debate sobre criptomonedas a nivel mundial.
4. Martín Varsavsky (Viatel, Jazztel, FON)
Trayectoria inicial: Varsavsky nació en Buenos Aires en 1960. Emigró a Estados Unidos en su adolescencia, obteniendo títulos académicos en instituciones de prestigio y ejerciendo posteriormente como profesor adjunto.
Iniciativas en telecomunicaciones: Sus primeros logros vinieron de la mano de Viatel, uno de los primeros operadores de telecomunicaciones alternativos en Europa, que introdujo servicios innovadores de voz y datos. Asimismo, fundó Jazztel, un importante proveedor de banda ancha en España.
Innovación WiFi con FON: Más adelante, Varsavsky creó FON, una red global de puntos de acceso WiFi compartidos. El proyecto captó inversiones de gigantes de la industria como Google y Skype.
Impacto global e inversiones: Ha dejado su huella en campos diversos que incluyen la biotecnología y la educación digital. Con frecuencia invierte en empresas emergentes estadounidenses y asesora a fundadores noveles, subrayando las oportunidades de gran alcance que ofrece el mercado de EE. UU. a los emprendedores argentinos.
Cada uno de estos líderes demuestra el enorme potencial que los innovadores argentinos pueden concretar en Estados Unidos.
Sus trayectorias evidencian no solo éxitos financieros, sino también la habilidad de contribuir al desarrollo de la tecnología, las finanzas, las telecomunicaciones y muchos otros sectores.
Al combinar planeación estratégica, colaboración con socios influyentes y una sólida cultura de innovación, han dejado una huella notable tanto en el mercado estadounidense como en el ámbito global.
4. El sello de la cultura argentina en Estados Unidos
La cultura argentina, más allá del emprendimiento, también ha forjado un espacio único en la vida cotidiana de EE. UU.:
Gastronomía: Las parrillas al estilo argentino, con su tradicional asado, y las panaderías que ofrecen alfajores han ganado una recepción entusiasta, reflejando un creciente interés por la cocina del país.
Música y danza: Milongas, clubes y festivales de tango forman parte de la vida nocturna en varias ciudades estadounidenses, dando a conocer este baile icónico a un público cada vez más amplio.
Comunidad deportiva: Los fanáticos del fútbol en EE. UU. siguen de cerca a las estrellas argentinas en las ligas mundiales, mientras que las academias juveniles adoptan en mayor medida métodos de entrenamiento propios de la escuela argentina.
Estos aportes culturales preparan el terreno para los emprendedores argentinos, quienes pueden basarse en su identidad nacional a la hora de desarrollar productos o servicios que conecten con el mercado hispano y con la sociedad estadounidense en general.
Conclusión
Para los dueños de negocios en Argentina que buscan adentrarse en las abundantes oportunidades de Estados Unidos, la visa de Inversionista por Tratado E-2 destaca como una alternativa sumamente flexible y apta para familias.
Al crear o adquirir una empresa con sede en EE. UU., los emprendedores argentinos pueden evitar la necesidad de un patrocinador empleador y, potencialmente, quedarse en el país mientras su negocio prospere.
En conjunto con una red profesional argentina en expansión, una mayor presencia cultural y una amplia dinámica de innovación en múltiples industrias, Estados Unidos ofrece valiosos recursos a quienes lleguen con ideas sólidas y planes definidos.
En definitiva, la visa E-2 puede servir como un catalizador potente para el crecimiento, permitiendo que los fundadores argentinos lleven sus aspiraciones junto con sus familias a uno de los mercados más dinámicos del planeta.